jueves, 20 de enero de 2011

La fuga

La fuga / 1

Charlando con un enjambre de niños de la calle, de esos que se trepan a los autobuses en la ciudad de México, la periodista Karina Aviles les preguntó por las drogas.
Me siento muy bien, me quito de los problemas —dijo
uno.
Cuando bajo a lo que soy —dijo—, me siento encerrado como un pajarito.
Esos niños eran habitualmente acosados por los policías y los perros de la Central Camionera del Norte. El gerente general de la empresa declaró a la periodista:
—No dejamos que los niños se mueran porque, de alguna manera, son humanos.


La fuga / 2

En las calles de México, una niña inhala tolueno, solubles, pegamentos o lo que sea. Pasada la tembladera, cuenta:
Yo aluciné al Diablo, o sea que se me metía el Diablo y en eso, ¡pus!, quedé en la orillita, ya me iba a aventar, de ocho pisos era el edificio y ya me iba yo a aventar, pero en eso se me fue mi alucín, se me salió el Diablo. El alucín que más me ha gustado es cuando se me apareció la Virgencita de Guadalupe. Dos veces la aluciné.

                                                                                                        Eduardo Galeano






No hay comentarios:

Publicar un comentario

Seguidores

Datos personales