viernes, 2 de septiembre de 2011

Armando Tejada Gomez - Poemas


El vino triste

Ese hombre que entra al bar
sin sombra que le ladre,
ese que pisa y pasa
sin rostros ni señales;
pide una copa solo
de espaldas a la calle,
bebe su copa solo,
inmóvil, demorándose,
paga, piensa otro trago
sin gastar ni una frase
y luego, se va solo
hacia la noche y nadie.

Ese tipo va herido.
Y la muerte lo sabe.


Poeta de la legua

Cantando por ahí se ha sentado a mi mesa
el cantor, el rufián, el ángel, el guerrero,
el empresario, el lúcido, el loco, la ramera:
gente de bravas índoles y de modales feos.
juntos hemos bebido del vino del escándalo
y le hemos bajado los calzones al tiempo.
Alguna vez la copla arde en sus corazones
y recorre sus aguas y sale por sus ojos
con el sigilo junco de un niño alucinado
que ha visto un dios de sal pero lejos y solo.

Y yo, que tengo sitio de laurel en mi pueblo,
mientras esto no cambie, bebo y canto con todos.



1 comentario:

  1. Nunca había leído un poema de Armando Tejada Gómez. Me gusta su estilo, algo así como arrancarse los versos de la piel. Éxitos. Carlos Morales Ruiz. Guatemala, 15 enero 2022 y todavía hay pandemia.

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