Sencillo exilio
Paso frente a esa casa
que alguna vez fue un nido,
donde a esperanza y sueños
jaqueamos al olvido,
echamos la tristeza
y limpiamos el tedio
del patio a la cocina,
porque la soledad,
al fin, se había ido.
Volvió un Golpe de Estado
con fanfarrias y edictos
y la noche, ya bruja,
pasó borrando amigos;
yo fui a las catacumbas
de las que salgo y entro
y al regresar a casa
aún estábamos vivos.
Empezamos de nuevo.
Cantó la cacerola
y la escoba barrió
el silencio del piso.
Huyó el moho. Abrimos
el sol de las ventanas
y entró, otra vez, la voz
del niño del vecino.
A poco, mi guitarra,
recuperó el sonido.
Después, no sé en qué espejo
un día no nos vimos.
Empezó la tristeza
y comenzó el olvido.
Las valijas partieron
por distintos caminos
y ahí quedó la casa
que alguna vez fue nido.
Hoy pasé frente a ella
con mis pasos perdidos:
recordé tus sollozos
y me lloré el exilio.
Buenos Aires, noviembre 11 de 1982
Los recuerdos del amor... qué eximio poeta nuestro mendocino querido.
ResponderEliminar