sábado, 4 de febrero de 2012

Cuentos - Rabindranath Tagore


Soñé que estaba ella sentada a mi cabecera...


Soñé que estaba ella sentada a mi cabecera,
y alborotaba tiernamente mi cabello con sus dedos,
suscitando la melodía de su contacto.
La miré a la cara, luchando con mis lágrimas,
hasta que la angustia de las palabras no dichas
quebró mi sueño como una burbuja.
Me incorporé. La Vía Láctea se veía arder por mi ventana,
como un mundo de silencio inflamado.
Y me pregunté si en aquel momento estaría ella soñando
un sueño que viniera, bien con el mío.

Canción

I
Siento que en mí palpitan todas las estrellas.
El mundo corre por mi vida como un hermoso río.
Las flores han pasado a través de mi sangre.
Y toda la primavera de aguas y jardines se alza
de mi corazón como un humo azul, y el aliento
de todas las cosas canta como una flauta en mis sienes.

II
Cuando la tierra se adormece llego a tu puerta.
En lo alto callan las estrellas y tengo miedo de cantar.
Velando espero hasta que tu sombra pasa por el balcón
de la noche. Entonces regreso silencioso y lleno de ti.
Luego, canto a la orilla del camino.
El aire matinal escucha temblando y las flores vuelven hacia mí
su rostro de pétalos.
Los viajeros se detienen de pronto para mirarme frente a frente:
es como si mi canto a cada uno le llamara por su nombre.



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Seguidores

Datos personales