Rafael
Alberti: el poeta pintor
Rafael
Alberti fue, durante muchos años, el último poeta de la Generación del 27, la
voz viva de la Edad
de Plata. Nació en el Puerto de Santa María (Cádiz) el 16 de diciembre de 1903
y murió en Madrid el 28 de octubre de 1999, pocos meses antes de llegar al año
2000 que era la ilusión del poeta. Empezó a estudiar con los jesuitas, pero
abandonó el bachillerato porque se dio cuenta de que su vocación era la pintura
o eso creyó al principio. En 1917 se traslada a Madrid con su familia y
comienza a exponer sus cuadros en el Ateneo, aunque, a raíz de una
convalecencia que pasó en la sierra de Guadarrama empezó a orientar sus pasos
hacia la poesía, aunque la pintura no le abandonaría nunca. Sus primeras
colaboraciones son el las revistas vanguardistas “Horizontes” y “Alfar”.
Va muy a menudo a la
Residencia de Estudiantes y allí traba amistad con Federico
García Lorca y otros residentes como Dalí o Buñuel, aunque la amistad de Lorca
fue la que lo marcaría durante toda la vida. A Alberti siempre le pesó el
asesinato de Lorca y a él dedicó varios sentidos poemas como el que sigue,
incluido en “Canciones del alto valle
del Aniene”:
“Federico.
Voy por la calle del Pinar
Para verte en la Residencia.
Llamo a la puerta de tu cuarto.
Tú no estás.
Federico.
Tú te reías como nadie.
Tú te reías como nadie.
Decías tú todas tus cosas
Como ya nadie las dirá.
Voy a verte a la Residencia.
Tú no estás.
Federico.
Por estos montes del Aniene
Por estos montes del Aniene
Tus olivos trepando van.
Llamo a sus ramas con el aire.
Tú sí estás”.
Alberti estuvo invitado por Lorca a visitar Granada, pero por distintos motivos no llegó a ir nunca y, cuando murió su amigo, Alberti se prometió no pisar nunca Granada, como leemos en su poema “Balada del que nunca fue a Granada”; tanto fue así que tardó más de 40 años en ir y lo hizo recordando siempre al amigo.
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