La
bicicleta con alas
La
bicicleta un día va a volar.
La bicicleta
de todos.
Ya lo
verán.
Le están
saliendo las alas.
Son de
verdad.
El niño
quiere que vuele,
y volará.
El niño
irá por el aire
a comprar
el pan;
dará una
vuelta al campanario
de paloma
y cal.
El niño y
la paloma
sobre la
ciudad.
El niño
acompañando al ganso blanco.
Eso se
verá.
Le están
saliendo las alas.
Ven a
mirar.
Mira como
el lirio de los campos.
No
pienses mal.
Las alas
tienen miedo de algo.
Salen y
vuelven a entrar.
Miedo de
nosotros,
quizás.
Junto al
caballo es que desciende el ánsar
crepuscular.
Cuando me
ve,
se va.
¿Quién
soy?
¿Por qué
se va?
Tan
pronto los hombres
ganen la
paz,
la
bicicleta de todos
volará.
La que
duerme en las puertas de los cines
volará.
La del
cartero
volará.
La de la
reina Guillermina,
volará.
La mía _y
tuya_
volará.
Por
arriba del humo y de los cables
me verás.
La
bicicleta tendrá un solo nombre:
Libertad.
El ángel
de las aguas
ya no se
irá.
Calle
ancha del cielo
para
mirar.
Flores
que nunca vimos,
aquí,
allá.
Habrá
tiempo para mirar.
Cuánto
tiempo perdido,
¡ay!
Tan
pronto los hombres
dejen de
guerrear,
la
bicicleta del mundo
volará.
Todos los
pueblos tendrán un velódromo
donde los
niños correrán.
De allí
alzarán el vuelo.
Darán una
vuelta sobre el mar.
Si no lo
hubiera
sobre el
trigal;
si no lo
hubiera,
irán
donde lo haya y volverán.
Ir y
volver
será como
cantar.
Porque la
bicicleta
tendrá
alas de verdad.
La del
cartero, la de la reina Guillermina.
Nadie se
caerá.
Todo es
cuestión que los hombres
ganen la
paz.
1967 (Ultimo Poema)
No hay comentarios:
Publicar un comentario